He tenido la suerte de poder compartir un café con Josema Beza, a quien conocí el día de la presentación de “El Libro del Dragón”, un día lleno de inolvidables emociones que guardo con mucho cariño. Os dejo un enlace a la entrevista o, mejor dicho, la conversación mantenida con este ávido lector de literatura fantástica (el término “entrevista” me resulta demasiado formal en este caso).
Desde aquí quiero agradecerle el haberme dedicado un pequeño rincón de su blog, así como el apoyo que, a través de sus líneas, está dando a los autores nacionales que nos hemos embarcado en esta apasionante aventura literaria.
Las preguntas de Josema me han devuelto los gratos recuerdos que rodean a mis primeras experiencias con los compañeros de la editorial y las personas que he conocido desde que todo comenzó. A algunos compañeros llevo mucho tiempo sin verlos, a otros los veo de vez en cuando, aunque menos de lo que me gustaría (menos mal que esos momentos, aunque escasos, son intensos, como la última vivencia: gran día de piraguas en el Duratón).
Esta conversación también me ha permitido, de algún modo, despertar de estas vacaciones (en las que he dejado el ordenador un poco apagado) para regresar a las historias que esperan ser retomadas. Y aunque este año dispongo de menos tiempo por el tema del fútbol y los estudios, estoy deseando buscar un pequeño hueco (al final voy a tener que plantearme un horario, con lo mal que se me da cumplirlo) para dedicar a desahogar mi mente sobre el papel.
Desde aquí quiero agradecerle el haberme dedicado un pequeño rincón de su blog, así como el apoyo que, a través de sus líneas, está dando a los autores nacionales que nos hemos embarcado en esta apasionante aventura literaria.
Las preguntas de Josema me han devuelto los gratos recuerdos que rodean a mis primeras experiencias con los compañeros de la editorial y las personas que he conocido desde que todo comenzó. A algunos compañeros llevo mucho tiempo sin verlos, a otros los veo de vez en cuando, aunque menos de lo que me gustaría (menos mal que esos momentos, aunque escasos, son intensos, como la última vivencia: gran día de piraguas en el Duratón).
Esta conversación también me ha permitido, de algún modo, despertar de estas vacaciones (en las que he dejado el ordenador un poco apagado) para regresar a las historias que esperan ser retomadas. Y aunque este año dispongo de menos tiempo por el tema del fútbol y los estudios, estoy deseando buscar un pequeño hueco (al final voy a tener que plantearme un horario, con lo mal que se me da cumplirlo) para dedicar a desahogar mi mente sobre el papel.
Bueno, dejo de lado ya mis reflexiones y, a través de la imagen del blog “Los Octaedriles”, os dejo el enlace a nuestra tarde de café en "La Invierna".
¡Gracias Josema!
Gracias a ti Jesús por tu tiempo y por crear y compartir estas historias.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo