Los últimos días de otoño nos dejan un maravilloso paisaje. La nieve trata de ocultar los árboles bajo su manto. En medio de la carretera, qué peligrosa es, pero lejos de ella, en lo más profundo del bosque, es fascinante. Ya no caen nevadas como las de antes, cuado yo ni siquiera había nacido, pero la que hemos tenido en estos últimos días ha sido buena.
Éste es mi perro Howi, correteando feliz de un lado a otro. La nieve lo vuelve loco.
Melodías del Acero, nueva publicación
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Bueno, hace algún tiempo que no pasaba por aquí, pero vengo con una gran
noticia, la publicación de uno de mis relatos en la Antología Melodías del
Acer...
Hace 1 mes
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